Robert Heitzig
Robert Heitzig Director General

Robert Heitzig

Director General del Seaside Grand Hotel Residencia

Los planes profesionales de Robert Heitzig ya se fueron definiendo en su infancia: as disfrutaba de las estancias en hoteles durante sus vacaciones con sus padres y se destapó como un perfecto organizador y anfitrión en las celebraciones familiares. Cuando le preguntaban en aquella época sobre sus aspiraciones profesionales, su respuesta era siempre la misma: Hotelero o Maestro pastelero.

A la edad de 15 años, realizó una pasantía en el Hotel Atlantic***** en Hamburgo. Su carrera profesional comenzó con la formación en la cadena hotelera Crown Plaza, seguida de etapas en The Peninsula New York*****, Radisson Blu***** y Side Hotel Hamburg***** así como en el Island Hotel***** en Newport Beach, California.

Desde 2006 es el Director del Seaside Grand Hotel Residencia*****GL, con una pausa de tres años como Director General para un nuevo proyecto de hotel de diseño de 5 estrellas.

 

 

La orientación al servicio: el enfoque en el huésped 

En el Hotel Boutique de la cadena Seaside, de gestión privada, aprecia y destaca sobre todo el contacto directo con los propietarios, huéspedes y el equipo. Las rápidas vías de decisión resultantes le permiten poder actuar rápidamente, innovando y cumpliendo los deseos de los huéspedes sobre la marcha, porque el huésped es el rey en la Seaside Grand Hotel Residencia. Desde su estancia en los Estados Unidos, Robert aprendió la importancia de la orientación al servicio y el enfoque necesario en el huésped.

El secreto del éxito del Grand Hotel Residencia

Heitzig ve el secreto del éxito del hotel en el personal y en el servicio discreto y casi familiar que se brinda. Este tipo de hospitalidad no puede ser enseñada, es genuina y sale del corazón.

Muchas personas perciben el Grand Hotel Residencia como un oasis, un paraíso donde pueden encontrar paz y tranquilidad y atraer nuevas energías, lo que ha derivado en muchos huéspedes regulares y algunos que incluso lo visitan varias veces al año.

El perfil del huésped del Grand Hotel Residencia es ampliamente viajado y acostumbrado a lo exclusivo. Además de las comodidades de un hotel de lujo, busca algo más personalizado, un hotel con alma. Son los pequeños detalles en el Grand Hotel Residencia los que marcan la diferencia y con 140 empleados y sólo 94 habitaciones, se garantiza un servicio extremadamente individual y personal.

A lo largo de los años el Seaside Grand Hotel Residencia ha recibido numerosos galardones. Ha sido seleccionado cinco veces como el mejor hotel del mundo por los clientes de TUI Alemania y ha sido distinguido varias veces con el mayor galardón de TripAdvisor, el Travellers' Choice Award. Además consiguió entrar en el Salón de la Fama de esta plataforma de viajes más grande del mundo. 

Esto conlleva un desafío constante para Robert Heitzig, mantener el alto nivel, sin bajar la guardia y perfeccionar los procesos sin cambiar el concepto.

Los consejos personales de Robert Heitzig 

¿Qué consejos personales da Robert Heitzig a sus huéspedes para pasar unas vacaciones en el Grand Hotel Residencia? En cuanto a la cocina (otra de las fortalezas del hotel), sin ser vegetariano, siente cierta predilección por los platos vegetarianos que el equipo de cocina, que acompaña al chef Wolfgang Grobauer, prepara con verduras orgánicas regionales. Es aficionado a los cavas españoles y como aperitivo de los platos mediterráneos ligeros recomienda el Cava de Nit de la Bodega catalana Raventós i Blanc.

Y si un huésped quiere escapar de la tranquilidad paradisíaca para explorar la isla, Heitzig le recomienda un paseo en limusina privada a la cosmopolita capital de la isla, Las Palmas de Gran Canaria, o una excursión al sorprendente corazón de la isla, con contrastes entre el verde y desértico paisaje de sus montañas.

En cualquier caso, todos en el Seaside Grand Hotel Residencia tienen la posibilidad de disfrutar de su estancia a su manera. Sólo existen los límites legales para cumplir los deseos de los huéspedes, el resto, como explica Heitzig con un guiño sólo tiene que pedirlo.